ARTÍCULO LEO DOÑU LÓPEZ

Licenciatura en Educación Secundaria
LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTÓRICO DE MÉXICO II
LA ESCUELA DE LA UNIDAD NACIONAL 1940-1970 EN BUSCA DE LA
MODERNIZACIÓN EDUCATIVA
Leo Doñu López
Escuela Normal Superior
Pública del Estado de Hidalgo
Tercer Semestre
Licenciatura en Matemáticas
Correo:
dolopezleo0@gmail.com
Resumen.-
En México existía solo la instrucción pública y Bellas Artes pero solo en el
Distrito Federal, sin embargo existía gran necesidad a nivel nacional de una
educación que no se bastara solo en declarar que fuese gratuita, laica y
obligatoria, sino tomar medidas para realizarla; es por esa razón que se pensó
en la creación de un proyecto que requería una reforma constitucional, crear
una Secretaria de Educación Pública a nivel Federal, que tuviese una estructura
departamental, que diese lucha contra el
analfabetismo, que impulsara la escuela rural, que buscara la implementación de
las bibliotecas, pero sobre todo que impulsara la educación media superior.
Abstract.- In Mexico
there was only public education and Fine Arts but only in the Federal District,
however there was a great need at the national level for an education that
would not be enough to declare that it was free, secular and obligatory, but
take measures to perform the; It is for this reason that the creation of a
project that required a constitutional reform was envisaged, to create a
Secretariat of Public Education at the Federal level, that had a departmental
structure, that would fight against illiteracy, that would promote the rural
school, that would look for the implementation of libraries, but above all,
that will boost higher secondary education.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo
deriva de la importancia que tuvo la creación de la secretaria de educación
pública para impulsar y mejorar la educación en nuestro país. Quiero recordar
algunos antecedentes que propiciaron el cambio, porque claro ya existía un
modelo educativo que para en ese tiempo consideraron en algún momento el inicio
de la lucha contra el analfabetismo. Después de la revolución mexicana se
procuró la restauración de la república, ordenando las finanzas públicas y
atendiendo la educación, puesto que se consideró como herramienta necesaria
para el progreso del país. En 1867 se establece la ley de instrucción pública
que tendría como principal objetivo propiciar una educación laica, gratuita y
obligatoria que se estableciera en cada rincón de la nación mexicana. El
trabajo fue arduo, que tienen sus inicios durante el gobierno de Juárez, mediante
la creación de escuelas, la organización de libros de texto, que representaron
para el país un intento en medio de la quiebra económica, sin embargo sus
intereses y objetivos se vieron interrumpidos a su muerte. Juárez no pudo
terminar su proyecto de uniformar la enseñanza en todo el país, en cambio es
Porfirio Díaz quien se encarga de atender la educación, a través de leyes y
reglamentos, así como la organización de los congresos de instrucción. Para
Díaz el elemento de orden y progreso que necesitaba México para crecer en todos
los aspectos estaba en la educación. Es por ello que se retoma el ideal
positivista para instruir a los ciudadanos mexicanos, prepararlos de forma
intelectual, física, higiénica y estética a fin de que existiera una
estabilidad económica y social.
La instrucción del alumno se enfocaría
principalmente a la salud física más que a la intelectual y moral, se
procuraría llevar la instrucción pública
en cada espacio lejano, muy a pesar de la desigualdad que existía en el
territorio mexicano.
Al ser México un país heterogéneo y
desigual el proyecto de alfabetizar a la población y conseguir la unidad
nacional representó un reto para el gobierno porfirista, puesto que en la
práctica la realidad mostró otra cara de la moneda. La situación política, económica
y social de la época impedía avanzar en el proceso educativo, además de
enfrentarse y convencer a una sociedad que en su mayor parte era rural.
Para 1919 la educación pública resentía gravemente la falta de una adecuada
organización (tan sólo en el Distrito
Federal quedaban abiertas 148 de las 344 escuelas existentes en 1917). Ya
era necesaria una acción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la
educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para
realizarla.
DESARROLLO
Después de todo lo
anterior podemos percibir la gran importancia de centralización de la educación
como reforma constitucional. José Vasconcelos Calderón un político, pensador y
a su vez escritor mexicano quien realiza una fecunda y extraordinaria
labor, lo que le mereció el sobrenombre de El maestro de la juventud de América,
uno de los más firmes candidatos de dar a la educación un carácter federal. Presentó
un proyecto que propiciaba la creación de la Secretaria de Educación Pública
Federal, pero claro como todo proyecto también tuvo muchísimas complicaciones
el llevarlo a cabo.
Al asumir la
presidencia de la república, Obregón tenía escasas ideas de qué hacer con la instrucción
pública del país, pero reconocía las consecuencias de la falta de esta, es así
como Obregón puso en manos de Vasconcelos la dirección de la obra educativa de
su gobierno. Para tal efecto Vasconcelos,
optó por trabajar y despachar en las
instalaciones de la Universidad para reclutar maestros honorarios que se encargaría
de difundir el analfabeto en todo el país, al mimos tiempo preparaba a la
opinión pública, a los diputados federales y locales, así como gobernadores
para que no hubiera resistencia de reforma constitucional para la creación de
un Ministerio Educativo.
Los constitucionalistas
decía a Vasconcelos, que era una imitación de todo lo norteamericano, había
echado mano de los Municipios, previamente despojado de sus rentas y de su
autonomía a quienes se le encargaba a toda la educación primaria. La idea era
resucitar la Secretaría de Baranda y Sierra o restituir la tradición latina que
centraliza la enseñanza y el responsable sería el gobierno federal para su
transformación y cobertura en todo el territorio nacional.
Con apoyo de Adolfo
de la Huerta, rompieron el estácalo legal para que el congreso de la unión y
las legislaturas locales aprobasen el presupuesto para la nueva Secretaría
Pública Federal y al que se opusiese sería señalado como enemigo público, ya
que lo que se pretendía era apoya a los más débiles que se situaban en las
provincias del territorio mexicano.
Además Vasconcelos
decía que nunca había tenido fe en la acción de asambleas y cuerpos colegiados,
pero sirve en esencia para ratificar, legalizar la obra de un cerebro que a la
hora de crear necesita sentirse solo, saberse responsable en lo individual. Por
esta razón logra plasmar y concretar sus ideas en el proyecto que se presentó
en la cámara de Diputados el día 6 de octubre de 1920, del cual todos los
partidos, las personas sensatas estaban de acuerdo, solo los medios para
realizarlas estaban en desacuerdo.
El propósito de este
proyecto, era precisamente crear la Secretaría de Educación Pública y poder
elevar el nivel cultural de los mexicanos, sobre todo los grupos indígenas y campesinos
del país, ya que ellos no tenían oportunidad de ser educados.
Otro de los objetivos
era construir al mexicano a través de la educación y se pretendía hacerlo desde
el centro del país hacia las provincias y rancherías, comunidades, municipios,
estados y regiones, tal como marcaba el artículo tercero de la constitución de
1917, el cual recaía la responsabilidad en el gobierno federal y el de los estados del país, pero esta era
insuficiente, pues únicamente se concentraba en las zonas urbanas y dejando
fuera y al olvido a las rancherías.
Este esquema
educativo, tendría la misión de suplir las deficiencias educativas en los
estados y Municipios. Cuyo método era llevar a los mexicanos hacia una
civilización por medio del descubrimiento de su identidad nacional, así como de
adquirir conciencia iberoamericana como requisito universal.
De esta manera se
representaba una ideal educativo, etapa fundamental del federalismo y
democracia educativa. Por esta razón Vasconcelos se ocupaba procesar un sistema
educativo integrador para los mexicanos, como herramienta fundamental para el
desarrollo social y económico del país.
Por otro lado,
buscaba la laicización del país en la lucha contra la subversión cristera y de
la reforma de la justicia federal.
Dentro del Proyecto
se estipulaba que para la integración de la Secretaría sería estructurado por
tres grandes ramos o departamentos:
1.- El Escolar
2.- El de Bibliotecas
y Archivo y
3.- El de Bellas
Artes.
La tarea del Escolar
sería la de lograr la unidad dentro de la complejidad en un sistema educativo
federal que comprendería desde las más humildes hasta las más complejas
escuelas a saber.
Escuelas especiales
para indios en las regiones indígenas, en las que se enseñaría el castellano
con rudimentos de higiene y de economía, lecciones de cultivo y de aplicación
de máquinas a la agricultura.
Escuelas rurales en
todo el país, se enseñaría trabajos manuales, cultivos, algo de ciencia
aplicada y consejos prácticos sobre uso de máquinas y métodos modernos para
mejorar las industrias locales.
Escuelas Primarias y
secundarias se perfeccionarán y difundirán hasta que puedan ofrecer sus aulas a
todos los niños y jóvenes del país. Para el desarrollo de estas escuelas, la
Federación obrará directamente o colaborará con los estados, poniéndose de
acuerdo con las autoridades locales, o fomentando los institutos privados,
según conviniere.
Escuelas técnicas se
establecería en cada estado o territorio.
Establecer una
Escuela Técnica en cada estado o territorio.
Cuatro Universidades
regionales autónomas y libres, sostenidas por el gobierno federal, en cada uno
de los puntos cardinales del país.
Además contemplaba un
nuevo sistema de selección del personal docente, conforme al cual se hará
llegar al gobierno un tema que sería definida no sólo por los alumnos y maestros
de una escuela sino también por las sociedades científicas o técnicas
independientes, para ello se requería buscar a personas competitivas para la
atención de la educación pública.
Por otro lado se
preveía la conformación de los consejos locales por cada 500 habitantes,
compuesto por un representante de los padres de familia. Uno del ayuntamiento y
otro del profesorado, elegidos por los propios miembros de la comunidad
escolar. Así como los distritales, locales, que tendría su cargo de vigilar a
todos los asuntos de educación pública de su jurisdicción, general. En tanto
los Consejos Estatales capitales se concretaban en nombrar autoridades
correspondientes, personal de escuelas primarias y elaborar presupuestos
educativos.
El carácter de los
consejos, tanto estatal como federal era esencialmente de cuerpos consultivos y
de supervisión transformado en cuerpos ejecutivos. Específicamente en uno de
sus artículos (35) refería que los estados serían los organizadores de su
sistema escolar de tal forma que se adaptase a la de los Consejos.
Por lo cual facultaba
a la SEP para aceptar o rechazar las propuestas de nombramiento de personal y
todos los acuerdos sobre organización y despacho de los asuntos educativos. Si
embargo había un desequilibrio entre el consejo, ya que mientras que el consejo
solo tendría el carácter de consultivo de la SEP, es decir no resolvía nada de
asuntos educativos, mientras que a los gobiernos estatales le exigían adaptar
sus sistema educativo. No obstante Vasconcelos ponderaba a los Consejos la
educación pública con el sufragio técnico. Los padres de familia al votar tendrían
en cuenta el provecho de sus hijos, interés de los maestros y sus localidades.
La meta no era fácil, especialmente
porque los problemas de la federalización en todos sus aspectos afectaban a
cada región, estado y municipio en forma diferente y enmarcada en
configuraciones tejidas con redes del poder y producidas por una historia de
alianzas políticas y económicas y de prácticas tradicionales educativas. Los
inicios de la Federalización en México Lo realizado desde los inicios por la
SEP con la intención de organizar la gestión educativa con base en organismos
representativos, respetando las funciones y atribuciones de los estados y
municipios, sin perder de vista el derecho de establecer instituciones
educativas propias, tenía sentido desde la óptica del gobierno federal en su
búsqueda de la unificación-pacificación del país. A pesar de los buenos
propósitos, esta etapa de la federalización educativa en nuestro país produjo
efectos no buscados, entre ellos, un crecimiento burocratizado de la SEP,
lentitud en los tramites estancamiento en los índices de eficiencia, eficacia y
calidad en la educación, así como desequilibrios regionales, multiplicación de
líneas de autoridad entre funcionarios a nivel nacional, estatal y local,
duplicación de esfuerzos, confusión de mandos y conflictos intergremiales. Todo
esto provocó la disminución de la participación de los grupos y una pérdida de
importancia del ámbito educativo. Las estrategias de negociación tal vez no
fueron las más eficaces
para lograr el equilibro de poder y responsabilidades entre los sistemas
federal, estatal y municipal. Finalmente, la responsabilidad del municipio
terminó por diluirse en el sistema estatal y este, quedó cada vez más
supeditado al control central de la federación. Décadas después, todavía en el
siglo XX, la federalización educativa cambió de rumbo, ahora hacia el sentido
contrario en busca de la descentralización, entendida como las transferencias
administrativas en la capacidad y toma de decisiones de un modo responsable con
independencia y libertad pero con control jurídico.
Es por ello, que a partir de la década
de los setenta se crearon unidades regionales de servicios administrativos
descentralizados en algunas entidades y al final de la década con la
implementación de la ahora llamada desconcentración educativa se crearon 31
delegaciones generales de la SEP, una en cada estado de la república. Con esta
acción se pretendía acelerar la ampliación de los servicios educativos,
encontrar el desarrollo equilibrado de los mismos estados, adecuar el sistema
educativo a las necesidades educativas, mejorar la calidad de la enseñanza,
elevar la eficiencia del sistema y racionalizar la utilización de recursos
humanos, materiales y financieros, y fortalecer el federalismo. En este periodo
fue patente el creciente poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) que a raíz de los
cambios en la organización educativa, demandaba los puestos de dirección de las
delegaciones. Esto obstaculizó el proceso y finalmente lo detuvo por un tiempo.
La desconcentración educativa, como se llamó en este periodo a la descentralización
federalización educativa se reactivó a partir del sexenio del presidente Miguel
de la Madrid (1982.1988). Durante este periodo se implementó un proceso de
modernización global y debido a un marco de crisis económica, se modificaron
las políticas sociales de proteccionismo con el fin de buscar la justicia
social, adelgazar el aparato burocrático administrativo y reducir el gasto
público.
Sin embargo se perdió espacio ante las
presiones de gobernadores, sindicatos, y grupos de poder locales que vieron
amenazados sus privilegios. De cualquier manera se siguió con la descentralización
en el periodo de Carlos Salinas de Gortari, aunque con ciertos altibajos hasta
que en 1992, la SEP, el SNTE y gobernadores de los estados firmaron el Acuerdo
Nacional para la Modernización de la Educación Básica. Con este pacto se
buscaba la participación más amplia en la elaboración de la política educativa,
en la puesta en práctica y en la gestión de instituciones, aunque con nuevos
intereses y la configuración diversa de los gobiernos de los estados en años
posteriores buscarían revocar el acuerdo firmado en 1992.
Sin embargo, desde 1992 se vio como un avance de la
federalización educativa. Un año después se reformó el artículo 3° de la
Constitución, se promulgó la Ley General de Educación y se estableció como
facultad de la Federación determinar los planes y programas de estudio de la
educación primaria, secundaria y normal.
Además, considerando la opinión de
gobiernos estatales y sectores sociales; se distribuyeron funciones al
deslindar las correspondientes a la Federación y a los estados en las que se
buscaba que concurrieran las funciones importantes en el orden normativo y
evaluativo que corresponderían a la Federación y las funciones accesorias o
meramente operativas condicionadas por el centro que serían responsabilidad de
cada uno de los estados. Para la Federación quedó por tanto, determinar
contenidos escolares, elaborar los libros de texto gratuito, regular el sistema
de formación y actualización de maestros, los lineamientos de los materiales
educativos, la planeación global del sistema escolar y la evaluación del mismo,
entre otras cosas.
En otras palabras, podemos decir que
aunque en el discurso se habló de desconcentración y descentralización, en la
práctica se actuó con una nueva versión del centralismo educativo en la que no
se hizo uso de la coordinación necesaria en las relaciones y equilibrios del
poder entre el centro y las entidades. En este contexto, sin embargo, algunos
estados aprovecharon con asertividad sus limitaciones.
Esto dio como resultado, entre otras
cosas, que se crearon libros de texto para asignaturas de acuerdo al contexto
en geografía e historia, medio ambiente o salud, enseñanza del inglés y hasta
el uso de computadoras en el aula.
Se ofertaron apoyos para preparación
de clases y la modernización de la gestión de los directores. Por otra parte,
en lo que respecta a la planeación, programación y evaluación se generó un
amplio margen de acción; así como en la transferencia de ejercicios
relacionados hacia los municipios.
De esta manera se fortalece el sistema
educativo con la participación de las autoridades federales y de los estados.
Cuyos principios eran fundamentales para el buen funcionamiento de un sistema
federalizado.
Sin embargo a la fecha se han logrado resultados óptimos marcados desde al principio
del proyecto, ya que solo se ha contribuido con algunos frutos, por ejemplo el
aumento de responsabilidad compartida entre los miembros de la comunidad
escolar., pero en cuanto a recursos económicos suficientes y seguimientos
pertinente no se ha concretado con eficaz en todo los estados y municipios del
país.
CONCLUSIÓN
Después de haber
investigado, leído y comprendido sobre el origen y fundamentación de la Escuela
de la Unidad Nacional en México, puedo expresar que fue una lucha constante que
los protagonistas, y actores participantes gestionaron, impulsaron y
establecieron la centralización y federalismo educativo en beneficio de la
población más vulnerable, carene de recursos económicos, pero sobre todos
indígena que no tenían esta oportunidad ni cobertura educativa, sino solamente
los gozaba a los privilegiados, nobles y dueños de poder que controlaban las
riquezas de aquella época. Pero gracias al valor y los principios éticos de un
gran precursor del sistema educativo nacional de aquel entonces José Vasconcelos
colaboradores, ya que hasta hoy se sigue teniendo la oportunidad de gozar con
este derecho individual y social, gracias al esfuerzo, sacrificio y entrega con
el que también sirvió y brindaron las autoridades educativa y gobiernos que
contribuyeron para su ejecución del proyecto y brindar un servicio educativa
tal y como se estipulaba en el artículo tercero de la constitución Mexicana y
del proyecto presentado.
Al mismo tiempo para
mí es una información que me anima para continuar mi carrera profesional,
porque mis principios éticos es lograr obtener mi título de docente para poder
servir a mis hermanos de raza con responsabilidad y sobre todo a mis hermanos
indígenas que se preparen y salgan de la ignorancia, también para darle a
conocer que siempre en la vida política y educativa siempre existen personas de
buena fe para ayudar al más humilde y carente de recursos económicos como lo
hizo José Vasconcelos y demás precursores de la educación.
Sin embargo también
reconozco que este sistema educativo y de acuerdo a la visión que tuvieron los
precursores, en su momento fue de lo más fundamental y aceptado de acuerdo a
las necesidades de aquel entonces. Pero en la actualidad siento que se vuelve a
vivir ahora en este tiempo con el avance de la ciencia y la tecnología, en
donde cada vez más los alumnos de escasos recursos económicos se están
rezagando y se convierten en analfabetos en el uso de la computadora y
desconocimiento del mundo cibernético, ya que es difícil adquirir un ordenador
digital.
Por ésta razón
sugiero que las autoridades y actores educativos actuales se empeñen a brindar
un servicio educativo con los medios tecnológicos y puedan dotar a cada
estudiante una CPU como herramienta indispensable para el trabajo escolar y
laboral.
Gracias maestro por
hacernos entregar este trabajo, ya que de esta manera me informo como fue la
educación de aquellos años y hacer una comparación de lo que es hoy ante un
dudoso reforma educativa actual. Espero cumplir con los objetivos y propósitos
de mi trabajo y obtener una calificación pertinente por este esfuerzo.
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Meneses, M. E.
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1911-1934, México CEE, pp. 294-301 y 311-320.
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